Cuando haces cosas, pasan cosas….malas.
Llevo unos ocho años metido de menos a más en el mundo del marketing, y durante este tiempo he probado muchas cosas.
La mayoría han salido mal.
Mucha gente puede estar pasando por una situación similar, tanto si está comenzando, como si ya tiene su proyecto en marcha.
Por eso quiero dedicar la edición de esta semana de esta, tu newsletter, a las cagadas que he ido cometiendo con el paso de los años, y qué es lo que he aprendido de ellas. Por si a ti te inspira o te sirve de algo.
Vamos pallá:
😱 Mi primer contacto con el marketing
En el año de nuestro Señor de 2008, el Colegio de Arquitectos de Córdoba organizó un curso que se llamaba “Arquitecto y Profesión”.
Lo impartía un señor que era arquitecto, pero que se dio cuenta a tiempo de que montar una empresa de desarrollo de software, era bastante más lucrativo.
Fueron dos días en los que lo que dijo el tío me voló la cabeza. Empezó a hablar de definir un cliente ideal, una cartera de servicios, ¡a calcular cuánto nos cuesta hacer un proyecto!
Para mí eso era una mezcla entre chino mandarín y swahili. En la carrera nos habían preparado para vestir jerseys negros de cuello vuelto, y para diseñar y construir teatros y palacios de congresos.
Nada de crear un buyer persona, ni llevar las finanzas de la empresa.
Todo lo que vi me entusiasmó, pero….
Luego vino la crisis y el teléfono dejó de sonar en el estudio.
Por aquel entonces no me planteaba hacer otra cosa que no fuera ejercer la arquitectura, así que aquello del marketing se quedó aparcado durante unos años.
Me vine a Alemania a buscar fortuna y tal, pero eso, ya es otra historia.
🍝 Dropshipping con macarrones
En 2017 mi Señora Alemana quiso tener una fuente de ingresos alternativa, y decidió montar una empresa de importación de alimentos italianos, con dos socios de esa nacionalidad.
Los clientes hacían los pedidos a través de nuestra web, y un proveedor que teníamos preparaba los envíos, y los mandaba directamente al consumidor.
Vamos, dropshipping de toda la vida, sólo que con macarrones y espaguetis.
Cometimos todos los errores posibles: no investigamos a la competencia, dependíamos de un único proveedor para los pedidos, y era más fácil que mi Córdoba CF ganase la Champions League, a que alguien nos encontrara en Google.
Cuando el proveedor dijo sacabao, la empresa se fue al carajo.
Esta fue la primera vez que tuve un contacto práctico con el marketing, y empecé a formarme sobre ello.
En este artículo que escribí cuando esta, tu newsletter, se llamaba todavía Cinco Aprendizajes, te cuento más detalladamente qué pasó.
⌨️ Querer captar clientes con un blog
Después de la aventura con los tortellinis, seguía trabajando por cuenta ajena en un estudio de arquitectura, y mi ilusión era tener el mío propio.
Como ya había entrado en contacto con este mundillo del marketing digital, pensé, cómo no, que un blog (por supuesto en alemán) era la manera perfecta de conseguir que viniera gente para que yo le construyese su hogar.
Un plan sin fisuras.
Con deciros que estuve casi dos semanas intentando cambiar el color de un título, os lo digo todo. Ahora tardaría cinco segundos en cambiarlo con CSS, incluso sin ChatGPT.
Por supuesto creé el blog, que tuvo dos épocas incluso, pero me comí un mojón como la plaza de Las Ventas.
Otra muesca en mi revólver.
🖥️ Páginas web para arquitectos
Llegó un momento en el que me di de bruces con la realidad. Entendí que montar un estudio de arquitectura aquí en Múnich me iba a resultar difícilmente rentable, aún en el caso de que lo consiguiera. Así que busqué otro objetivo: crear páginas web para arquitectos.
Como en mi fracaso anterior había aprendido a hacer webs, y me gustan los ordenadores y cacharrear, pensé que sería una genial idea.
Al ser yo arquitecto, entiendo los problemas que los profesionales tienen, y además tengo amigos que podían servirme de conejillos de indias en mis comienzos.
¿Qué podía salir mal?
Mi Señora Alemana me ayudó y durante casi ocho meses le dediqué unas 20-25 horas semanales a estudiar programación, con cursos de HTML, CSS, Javascript, Angular, etc. Todo esto aparte de mi trabajo por cuenta ajena, que eran unas 40-43 horas a la semana.
Cuando empecé a conocer el mundo del desarrollo web por dentro, me di cuenta de que no iba a ser fácil, sobre todo con la emergente inteligencia artificial. De modo que me desinflé un poco.
Al final llegó un momento en el que mi mujer montó su empresa y necesitaba toda la ayuda que pudiera conseguir. Entonces me lié la manta a la cabeza, y con la ayuda de lo que había aprendido en mis anteriores etapas fracasadas, pude encargarme de:
Diseño y desarrollo de su web en cuatro idiomas, además del mantenimiento y actualización de la misma.
Posicionamiento en Google de su web con SEO
Publicaciones diarias en LinkedIN que escribía yo (en alemán)
Textos para los clientes y los empleados usando técnicas de copywriting
Todo esto además trabajando a jornada completa para un estudio de arquitectura y cuidando de mi Cordobávara de (en aquel momento) 7 años.
De modo que ese deseo de crear webs para arquitectos se fue diluyendo, hasta encontrarme en una situación todavía previa a la actual.
La cagada en este momento fue que los defectos de la web de mi Señora Alemana se corresponden con lagunas en mi conocimiento, que aún hoy, sigo subsanando poco a poco. Con todo, la web funciona bastante bien captando clientes.
Como ves, querido lector, no me he aburrido.
🤓 ¿Tiene alguna ventaja todo este bagaje?
Todas estas cagadas sucesivas me han llevado a donde estoy ahora. Por supuesto, también hay otras sub-cagadas, que no tengo tiempo ni espacio para contar aquí.
Las pifias se encadenan, pero están todas relacionadas. Cada cosa que he intentado, se ha apoyado en el conocimiento obtenido de la cagada anterior.
Si no hubiera estado en el fregao de la comida italiana, no habría visto WordPress ni tomado contacto serio con el marketing.
Si no hubiera creado aquel blog patatero, no habría aprendido a manejar WordPress ni a hacer webs.
Si no hubiera querido ser diseñador y desarrollador web, no habría aprendido los fundamentos de la programación y un montón de cosas chulas.
Si no hubiera creado la web de mi Señora Alemana, no tendría los conocimientos de SEO que tengo ahora.
Cuando una puerta se cierra, otra se abre.
Sin ir más lejos, en esta newsletter también la he pifiado bastante. No en vano, soy el creador del concepto que va más allá del build-in-public: el cagada-in-public.
En este artículo de Cinco Aprendizajes te contaba las diferentes fases por las que pasó la newsletter antes del rebranding.
Me he desembarazado de la parálisis por análisis como he podido, para cada vez pensarme menos las cosas y tomar más acción.
Creo sinceramente que aunque es cierto que no hay que ir a lo loco, la mejor forma de aprender y de avanzar es hacer cosas.
Para que cuando hagas cosas, te pasen cosas….buenas.
Ahora te toca a ti, querido lector, contarme alguna de las fases chungas por las que has pasado como emprendedor, y qué has aprendido de ellas.
Seguro que a toda la comunidad le aporta algo.
Nos vemos la semana que viene.
El domingo, a las 10:30 como un clavo.
Recomendación de la semana
El fin último de cada negocio es ganar dinerito, eso ya lo sabes. Y para eso es imprescindible que sepas vender tu producto o servicio.
Esta semana te traigo una newsletter recién salida del horno. Se trata de Ventas con Sonia Ferrent. Escrita (oh chorprecha) por Sonia Ferrent.
Explica perfectamente las cosas con números y señales, con las palabras justas y de forma además, entretenida.
A mí desde luego me ha vendido la newsletter. Ahora os dejo con ella, que se presenta de esta manera:
¿Listo para llevar tus ventas al siguiente nivel?
Ya sea si tienes un negocio, llevas equipos comerciales, te dedicas a las ventas, o simplemente quieres conocer más sobre este mundillo, en la Newsletter de Ventas con Sonia Ferrent 🚀
Recibirás, cada 2 semanas, consejos valiosos para crear una red de contactos valiosa, ganar en productividad, liderar de forma efectiva y, cómo no, cerrar más contratos de colaboración.
(Como sabes, yo sólo recomiendo newsletters que me gustan. No obtengo ningún tipo de contraprestación por hacer la recomendación)
Las web para arquitectos siempre me parecieron un nicho interesante, pero más en la parte privada para clientes que en la pública corporativa. Hoy te has mudado a 5 aprendizajes sin que lo parezca ;)
Lo del dropshipping de los macarrones no me lo he visto venir por ningun lado jajajajajaja
Desde luego lo importante es que vas por el buen camino tocayo!!! Lo importante es equivocarte, aprender y mejorar ;D