🖥️ Mi estrategia para monetizar mi newsletter
#6 Mi plan para dominar el mundo se activa por fin.
Dicen que hay que hacer todo lo posible para cumplir nuestros sueños.
Pero yo no tengo sueños baratos.
El tiempo es nuestro activo más valioso y debemos rentabilizarlo al máximo.
Por eso, hoy voy a contarte mis planes para monetizar esta, tu newsletter, y subir un peldaño más con mi negocio digital.
Vamos pallá:
Hace algunas semanas que siento que tengo que dar un salto y pasar a la siguiente pantalla. Llevo casi un año creando contenidos y contándote una parte de mi actividad empresarial, y eso me ha hecho aprender muchísimo.
De modo que llevo un tiempo estudiando soluciones que me permitan monetizar este proyecto. Considero esta newsletter como un negocio, por lo que en algún momento tiene que empezar a generar ingresos.
Además, si llevas algún tiempo por esta casa, sabes que estoy poniendo en marcha mi Plan para Dominar el Mundo (PDM). No te haces una idea de lo caro que resulta eso, por lo que necesito un poco más de liquidez.
Mis charlas con mi coach personal,
y la consultoría que he tenido con una experta como , me han ayudado a perfilar un plan de acción.A ambos les agradezco sus consejos y sus ánimos.
Porque a menudo todo está ahí, pero necesitas que venga alguien de fuera a decirte las cosas. Vemos muy claro cómo lo haríamos si estuviéramos en la piel de los demás, pero nos cuesta analizarnos a nosotros mismos.
La dificultad de esto estriba en que siempre he tenido la intención de que esta, tu newsletter, sea siempre gratis. Es decir, jamás te voy a cobrar por leerla.
Y eso va a seguir siendo así.
No te voy a empezar a cobrar por algo que hasta ahora has recibido gratis, eso no tendría sentido. Tengo que entregarte algo más, para empezar a pedirte algo a cambio. Algo que te sirva y que te aporte.
Antes de empezar a hablar del vil metal, quiero comentarte dos temas que en este caso me parecen de suma importancia: el síndrome del impostor y los prejuicios a la hora de lanzar algo.
El impostor llama a la puerta
Cuando hablamos de monetizar, decimos que el valor percibido de lo que uno ofrece tiene que ser lo suficientemente grande, como para que otras personas desenfunden su tarjeta.
Y para hacer eso, el primero que tiene que creer en tu trabajo eres tú mismo.
Pero hay un problema. Y gordo.
En el momento en el que te planteas cobrar por tener acceso a tu contenido, te toca al timbre ese impostor que todos llevamos dentro. Ese que me dice que nadie me va a pagar un duro por hablar una hora conmigo, o que mi contenido no vale para sacar la cartera del bolsillo.
A mí me pasó esto también.
Lo que he hecho es coger al impostor por las solapas y le he dicho que se puede meter sus consejitos por el orto.
Considero la mentalidad como uno de los pilares del emprendimiento. Si estás en una situación parecida, no dejes que esa vocecita silencie todo eso que tienes dentro.
Olvida las conjeturas y deja que el mercado hable
Alrededor de 2011, empecé a dar clases de alemán en una academia en Córdoba. Tenía una profesora muy simpática, originaria de Suiza, que se llamaba Bárbara.
El alemán tiene declinaciones como el latín, y tienes que aprenderte de memoria los casos (nominativo, acusativo….) y las terminaciones adecuadas para cada momento.
A veces es bastante lioso, y no sale de primeras.
Me pasaba a menudo que me preguntaba algo en clase, y yo empezaba a dar más vueltas que un perro perdido en la feria. Tantas, que al final me equivocaba.
Ella luego me decía una frase que se me quedó: “Rafa, piensas demasiado”.
Esta es una fase que hay que pasar, igual que la del síndrome del impostor.
Le das mil vueltas a si te van a comprar, si este determinado buyer persona no gasta dinero, etc.
Coincido con la opinión de mi coach: no hay que comerse la cabeza. Tienes que lanzarte y probar, dejar que sea el mercado quien decida si tu propuesta va a funcionar o no.
Eso es exactamente lo que voy a hacer. A porta gayola. Sin pedir permiso.
Ahora te voy a contar los planes que tengo en la cabeza para rentabilizar el tiempo que le dedico a este pequeño proyecto.
De nuevo, build-in-public de manual.
A mí me sirve contarlo para aclarar mis ideas. Espero que te sirva a ti también.
Patrocinios
Siempre se ha tomado como cifra de referencia los 1000 seguidores para empezar a monetizar. Si mi crecimiento sigue como hasta ahora, alcanzaré esa cifra a principios de diciembre aproximadamente.
Aunque hay ejemplos de que no hace falta llegar hasta ahí, a partir de ese momento empieza a ser algo más realista la opción de conseguir patrocinios.
Estoy preparando una página dentro de mi web para dar la información necesaria a posibles patrocinadores. Después incluiré el enlace en mi página principal de Substack, y lo añadiré en los pies de página de cada edición de la newsletter.
Me parece una opción muy buena para obtener ingresos y que los artículos sigan siendo gratis.
Planes de pago en Substack
Como sabes, Substack te permite establecer diferentes planes en función de la cantidad que pague el suscriptor.
Mi idea es introducir primero un plan de pago premium, y posteriormente ampliarlo a dos, en función de los resultados obtenidos. En total un plan gratuito y dos de pago.
Parto de la base de que cuanto más simple mejor. No voy a complicarme la vida ni a complicársela a nadie. La propuesta de valor tiene que ser clara y entenderse a la primera.
Como dije arriba, tengo que dejar que hable el mercado, por lo que empezaré haciendo una especie de “monetización mínima viable”, que iré ampliando en función de los resultados.
La primera fase sería así:
Plan gratuito: recibes la newsletter Negocios Digitales gratis cada semana.
Plan Premium: Recibes la newsletter, te regalo mi libro y tienes una sesión 1 a 1 conmigo.
Y la segunda, si procede, quedaría:
Plan gratuito: recibes la newsletter Negocios Digitales gratis cada semana.
Plan intermedio: newsletter + Güebinar mensual + Libro
Plan Premium: newsletter + Güebinar mensual + Sesión 1 a 1 conmigo.
Una cosa está clara:
Para que alguien decida darte su precioso dinero, tiene que percibir que el valor que recibe a cambio es mucho mayor de lo que paga.
Voy a ir mucho más allá de la edición escrita de Negocios Digitales. Vamos a entrar más a fondo en los temas y no solamente me voy a involucrar escribiendo, sino que quiero tener más contacto directo contigo, querido lector.
Ojo, eso no significa que me vaya a dormir y a descuidar la newsletter. El nivel seguirá siendo el de siempre.
Al final, lo que va a determinar el precio de los planes es el acceso a mí que tengan las personas. Podrás leer lo que escribo, asistir a charlas en grupo, y finalmente tendrás la opción de reservar una sesión individual conmigo.
Veamos un poco mejor cada una de las partes de cada plan:
Un libro de regalo
Está claro que nadie se va a suscribir por recibir un libro, pero me parece un añadido que aumenta el valor percibido por el cliente con respecto a la suscripción.
Dejo claro que no me voy a limitar a coger ediciones antiguas de la newsletter, pasarles un trapito y sacarlas como ebook. No me parece mal como estrategia, pero no va a ser así.
El libro no va a ser un lead magnet con esteroides
El texto resolverá un punto de dolor concreto de mi cliente ideal, y lo hará muy bien. Y estará escrito a mi estilo, yatusabeh.
Hay motivos adicionales para sacar también el libro a la venta en Amazon:
Si alguien ve que el libro está en Amazon y cuesta dinero, le dará más valor a la suscripción premium.
Tener un libro en Amazon te da autoridad, sobre todo entre la gente de fuera del mundillo.
Puede haber gente que no conozca tu newsletter y que te compre el libro.
Güebinares
Si este ha sido el año de la newsletter, mi intención es que el 2025 sea el año del vídeo.
Tengo intención de preparar charlas sobre temas concretos, que poder ofrecer a mis suscriptores premium.
Lo más probable es que haga alguno en abierto, para probar y conocer la reacción del personal, y ya después meterlos en el plan de pago.
Las sesiones 1 a 1
Esta es la madre del cordero.
Como he dicho arriba, la gente no se va a suscribir solamente por un libro, necesitan algo mucho más potente.
Y no se me ocurre nada mejor que una videollamada de una hora conmigo. Para enseñarme tu negocio o preguntarme mi opinión sobre algún tema relacionado con tu actividad profesional.
Estas sesiones son mi argumento más poderoso para que una persona se suscriba. Además implican una parte importante de mis recursos. Te ofrezco lo más valioso de lo que dispongo: mi tiempo y mi cerebro.
Te cuento un ejemplo de lo que hice en una de las últimas que he hecho:
La persona me enseñó su web y me contó su propuesta de valor. Terminamos encajando su propuesta un poco mejor, en consonancia con un cambio que ella quería hacer en su negocio.
Le expuse varios fallos importantes que tenía la web a nivel SEO, especialmente en cuanto a la arquitectura de su página.
Revisamos el copy y sacamos algunas ideas de cómo hacerlo más persuasivo.
Resolvimos todos los problemas que era posible tratar en una hora de tiempo. Milagros no puedo hacer (aún).
Por cierto, yo nunca me he creído eso de que el cliente siempre tiene la razón. No te voy a dorar la píldora ni a callarme nada. Te daré mi opinión sincera y te sugeriré mejoras que entienda que te pueden ayudar.
¿Y esto cuánto va a costar?
A lo mejor te estás preguntando por cuánto te va a salir la viruta. No me digas que no se te ha pasado por la cabeza.
No te asustes. Al menos al principio lo pondré bastante barato.
No tengo intención de vivir de este proyecto, de modo que no me voy a volver loco. No me hace falta.
Pondré unas tarifas bastante asequibles, en comparación con lo que se va a obtener. Mi suscriptor premium debe pensar que me está estafando, pagando tan poco por el contenido.
¿A qué te pica la curiosidad?
Estos son los planes que tengo a día de hoy para monetizar esta newsletter. No es sólo una cuestión crematística, sino de rentabilizar el tiempo que le dedico. Si es rentable, podré dedicarle aún más recursos y ofrecerte más cosas.
Y si no te quieres suscribir, siempre podrás seguir leyendo gratis esta, tu newsletter, todos los domingos a las 10:30 (Hora de Madrid).
Tengo mucho interés en conocer tu opinión sobre el tema de esta semana. Escríbeme en los comentarios qué piensas y por qué contenidos estarías dispuesto a pagar.
¡Nos vemos la semana que viene!
Recomendación de la semana
Hace un tiempo que he empezado a tomarme en serio mi salud, dedicándole tiempo y energía a mi alimentación y al entrenamiento, y los resultados los noto cada día cuando me levanto.
A mi edad, pasados los cuarenta, ya empiezan a aparecer las “goteras” y no hay que descuidarse. Que uno ya le ha dado la vuelta al jamón.
La recomendación de esta semana es la newsletter de Amador, que es entrenador personal online. Sabe de esto bastante, porque fue varias veces campeón de España y quinto del mundo en piragüismo (ahí es nada).
Tiene el detalle de regalaros con la suscripción una planificación completa para entrenar en en el gimnasio.
La planificación es de tres días e incluye una rutina con énfasis en glúteo y piernas y otra con énfasis en torso, además de los vídeos explicativos de todos los ejercicios.
Espero que os sirva, aquí tenéis el enlace:
Oooh, qué bueno leer otro capítulo más en esta aventura con esta, nuestra newsletter ;)
Me parece muy curioso cómo lo has planteado dentro de los planes de Substack. Estar dentro del ecosistema mola si tu público está dentro del ecosistema, ahora, para los que no tienen ni idea de qué es Substack no sé si plantear un sistema de pago (o acceso a ti) solo por Substack puede crear fricción.
No sé, es un pensamiento en alto que me imagino que habrás pensado pero aprovecho este build in public para hablarlo :)
Que bien ver esos primeros pasitos de monetización.
A mí, me ha sido especialmente útil el tema de las asesorías one to one a Freelance, y no porque me vaya a hacer rico (al contrario) sino porque gracias a ellas:
✅ Identifico mejor los problemas de mi público objetivo para luego escribir sobre ellos
✅ Voy creando una especie de método propio gracias a cada una de las sesiones que cada vez es más completo
✅ Consigo "fans" y gente muy fidelizada en las sesiones que encima es super satisfactorio.
Así que adelante con ese super plan maquiavélico para gobernar el mundo.